ALBERT

Description / Table of Contents: Resumen (translated by E. Pascual) Durante la década pasada, la Faja Pirítica Ibérica (FPI) ha sido un área de actividad minera e investigación cientifica renovadas, lo que ha conducido a la obtención de nuevos datos y conceptos geológicos y metalogénicos, que se exponen sucintamente en este Número Especial. La razón de este interés en la FPI, que forma parte del cinturón orogénico hercínico, es que sus rocas, cuyas edades abarcan desde el Devónico tardío al Carbonífero Medio, albergan una enorme cantidad de mineralizaciones de sulfuros masivos ligados a vulcanismo (1700 millones de toneladas de sulfuros, que totalizan 14,6 Mt de Cu, 13,0 Mt de Pb, 34,9 Mt de Zn, 46100 toneladas de Ag y 880 toneladas de Au). Las mineralizaciones y su entorno muestran signaturas que se pueden relacionar con la mineralogía y la zonación de las masas de sulfuros, con los isótopos de plomo de la mineralización, con las variaciones en los halos de alteración hidrotermal alrededor de las mineralizaciones, con los caracteres geoquímicos de las rocas volcánicas bimodales que albergan los sulfuros masivos, con la compleja evolución tectónica del conjunto durante la orogenia hercínica, con la existencia de paleofallas y estructuras sinsedimentarias que actuaron como canales y trampas de descarga para los fluidos metalíferos y los gossans que se desarrollaron sobre los sulfuros. Se han deducido criterios geológicos discriminantes para cada área de conocimiento, que pueden ser útiles para la exploración minera, complementando las técnicas más tradicionales de prospección. Aunque la cuestión del entorno geodinámico de la FPI todavía es materia de debate, cualquier interpretación tiene que tener ahora en cuenta algunas restricciones incontrovertibles: por ejemplo, los caracteres geoquímicos de una gran parte de las rocas básicas son comparables a los de basaltos derivados del manto y emplazados en entornos tectónicos extensionales, y las rocas ácidas asociadas se produjeron a partir de un protolito cortical básico, a presiones bajas o intermedias y asociadas a un abrupto gradiente térmico. Por consiguiente, la secuencia vulcanosedimentaria que contiene los sulfuros masivos difiere claramente de las series recientes relacionadas con entornos de arco. Consideramos aquí que el entorno tectónico fue extensional y epicontinental y que tuvo lugar durante la convergencia de placas hercínica, que culminó en deformación “thin-skinned” y acreción del terreno constituído por la Zona Sudportuguesa al bloque continental paleozoico ibérico.

Description / Table of Contents: Resumen (translated by E. Pascual) Las formaciones ígneas asociadas con los depósitos de sulfuros masivos de la Faja Pirítica Ibérica (IPB) se componen esencialmente de doleritas y lavas básicas y de rocas volcánicas dacíticas a riolíticas; las lavas intermedias son poco abundantes. Las rocas básicas muestran caracteres geoquímicos variables: lavas y doleritas comparables a basaltos alcalinos intraplaca recientes parecen hasta ahora restringidos a las partes W y S de la IPB, mientras que rocas básicas de caracteres comparables a las de toleítas continentales o basaltos relacionados con arcos aparecen en toda la zona. Las rocas ácidas se clasifican como calcoalcalinas del tipo “low-Al2O3, high-Yb”. Para un contenido dado en SiO2, Al2O3 y TiO2, muestran contenidos variables en Zr, Nb y REE. El contenido en tierras raras pesadas decrece de dacitas a riolitas ([Gd/Yb]N ∼ 1), al tiempo que la anomalía de Eu se hace más pronunciada. La modelización de elementos trazas sugiere que las rocas evolucionaron a partir de un magma parental dacítico mediante cristalización fraccionada de hornblenda y plagioclasa. La fusión parcial de un protolito anfibolítico, que parece el modelo más plausible para el origen del magma dacítico, requiere un elevado gradiente T/P en la corteza. La existencia de basaltos alcalinos y de toleítas continentales es congruente con la formación de la IPB en un entorno tectónico distensivo. El emplazamiento en una cuenca “fore-arc”, en un segmento cortical de reciente acreción, se contempla como una hipótesis posible para explicar los caracteres geológicos y petrológicos. Un alto gradiente térmico, junto con la erupción en una cuenca submarina extensional, pueden haber sido los dos ingredientes clave en el desarrollo de los depósitos de sulfuros masivos en la IPB.

Description / Table of Contents: Resumen (translated by E. Pascual) El periodo que va del Devónico tardío al inicio del Carbonífero (Dinantiense) dentro de la Cadena Hercínica occidental está marcado por la formación de depósitos de sulfuros masivos ligados a rocas volcánicas: Chessy y Chizeuil en las sucesiones de Brévenne y Somme en el Macizo Central francés; Bodennec y La Porte-aux-Moines en la cuenca de Châteaulin en el Macizo Armoricano francés; Riotinto, Neves Corvo, Tharsis y otros en el Complejo Vulcanosedimentario de la Faja Pirítica Ibérica, y Ketara, Draa Sfar y Hajar en el distrito de Jebilet-Guemassa de la Meseta meridional marroquí. Aunque estos depósitos muestran un emplazamiento ligeramente diacrónico en respuesta a la migración del evento metalífero, del Devónico tardío en Francia al Dinantiense en Marruecos, se puede definir a grandes rasgos un ‘‘pico” metalífero a unos 350 m.a. La mineralización de los sectores armoricano, ibérico y marroquí tuvo lugar en dominios epicontinentales de la zona exterior del cinturón hercínico, mientras que la del nordeste del Macizo Central tuvo lugar en su zona interna. Esta diferencia se refleja en variaciones, tanto en las características geoquímicas de los minerales (Sn en las zonas externas y Mo-Ni en las internas) como en su signatura isotópica de plomo, con clara participación del manto sólo en las zonas internas. En muchos casos las mineralizaciones parecen estar estrechamente relacionadas al miembro félsico de las asociaciones magmáticas bimodales, aunque los depósitos de sulfuros masivos de las zonas externas están asociados con más frecuencias con rocas sedimentarias, y los de las zonas internas con rocas volcánicas félsicas. Otro rasgo que conviene señalar es que las secuencias huéspedes de los depósitos de sulfuros masivos parecen desarrollarse frecuentemente sobre formaciones caóticas (particularmente con olistolitos), reflejando el comienzo de la actividad hercínica orogénica en la zona externa. Se puede concluir que el pico de mineralizaciones se desarrolló en dominios tectónicos tensionales durante un periodo de convergencia de placas, y que ocurrió hace unos 350 m.a. después de un periodo mayor devónico de compresión, pero antes del cierre continental carbonífero.